- Limpia los bocartes: Retira las cabezas, las tripas y las espinas de los bocartes. Puedes pedir en la pescadería que te los limpien, o hacerlo tú mismo en casa con cuidado.
- Lava los bocartes: Lava los bocartes bajo agua fría para eliminar cualquier impureza. Escúrrelos bien y sécalos con papel absorbente.
- Prepara los ajos: Pela los dientes de ajo y córtalos en láminas finas. Si deseas un toque picante, puedes añadir también la guindilla cortada en trozos pequeños.
- Sofríe los ajos: En una sartén amplia, calienta un buen chorro de aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Agrega los ajos laminados y la guindilla (si la utilizas) y sofríe hasta que los ajos estén dorados y fragantes. Ten cuidado de no quemarlos, ya que pueden volverse amargos.
- Añade los bocartes: Una vez que los ajos estén dorados, añade los bocartes a la sartén con cuidado. Cocina a fuego medio-alto durante aproximadamente 2 minutos por cada lado, hasta que estén dorados y crujientes.
- Sazona al gusto: Durante la cocción, puedes añadir sal al gusto. Recuerda que los bocartes frescos ya tienen un sabor salado, así que agrega sal con moderación.
- Retira del fuego y sirve: Una vez que los bocartes estén cocidos, retira la sartén del fuego. Sirve los bocartes al ajillo caliente, decorados con perejil fresco picado por encima.
¡Y listo! Ahora puedes disfrutar de unos deliciosos bocartes al ajillo, perfectos como aperitivo o acompañamiento en cualquier comida. Recuerda que puedes ajustar la cantidad de ajos y guindilla según tu gusto personal. ¡Buen provecho!
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