- Lava el besugo y sécalo con papel absorbente. Asegúrate de que esté bien limpio por dentro y por fuera.
- Salpimienta el besugo y luego enharínalo ligeramente, sacudiendo el exceso de harina.
- En una sartén grande, calienta suficiente aceite de oliva para cubrir el fondo. Cuando el aceite esté caliente, añade el besugo y fríelo a fuego medio-alto durante unos minutos por cada lado, hasta que esté dorado. Retira el besugo de la sartén y déjalo escurrir sobre papel absorbente.
- En la misma sartén, con el aceite que sobró de freír el besugo, añade la cebolla, las zanahorias y el ajo. Sofríe a fuego medio hasta que las verduras estén tiernas y ligeramente doradas.
- Agrega el pimentón dulce y el comino en polvo a las verduras y mezcla bien.
- Añade el vinagre de vino blanco y el aceite de oliva virgen extra. Remueve para combinar todos los ingredientes.
- Incorpora la hoja de laurel y sazona con sal al gusto. Deja que la salsa de escabeche hierva a fuego lento durante unos minutos para que los sabores se mezclen.
- Coloca el besugo frito en una cazuela o recipiente resistente al calor y vierte la salsa de escabeche por encima, asegurándote de que el pescado esté completamente cubierto.
- Cubre la cazuela con papel de aluminio y deja que el besugo en escabeche repose en la nevera durante al menos 24 horas para que los sabores se intensifiquen.
- Pasado el tiempo de reposo, puedes servir el besugo en escabeche frío o a temperatura ambiente. Acompáñalo con unas rodajas de pan y disfruta de este delicioso plato tradicional cántabro.
¡Y eso es todo! Ahora puedes deleitarte con un sabroso besugo en escabeche al estilo de Cantabria. ¡Buen provecho!
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