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Preparar los ingredientes:
– Pela y pica finamente la cebolla y los ajos.
– Pela los tomates, retira las semillas y pícalos en cubitos.
- Preparar la salsa de tomate: – En una sartén grande, derrite una cucharada de mantequilla a fuego medio. – Agrega la cebolla picada y los ajos picados a la sartén y cocínalos hasta que estén dorados y fragantes.
– Añade los tomates picados a la sartén y cocina hasta que se ablanden y se forme una salsa espesa. Añade sal y pimienta al gusto.
- Preparar la bechamel: – En una cacerola aparte, derrite una cucharada de mantequilla a fuego medio. – Agrega la harina y mezcla bien para formar una pasta llamada roux.
– Vierte lentamente la leche en la cacerola, revolviendo constantemente para evitar la formación de grumos.
– Continúa cocinando la mezcla a fuego medio-bajo hasta que espese y adquiera una consistencia cremosa. Añade sal y pimienta al gusto.
- Combinar la salsa de tomate y la bechamel: – Vierte la salsa de tomate en la bechamel y mezcla bien hasta obtener una salsa suave y homogénea.
- Cocinar los huevos: – En una sartén aparte, cuece los huevos a tu gusto. Puedes optar por huevos pasados por agua, huevos escalfados o huevos fritos.
- Montar el plato: – Coloca los huevos cocidos en un plato y vierte la salsa de bechamel y tomate por encima. – Opcionalmente, espolvorea queso rallado por encima de los huevos y gratina en el horno hasta que el queso se derrita y se dore.
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Servir y disfrutar:
– Sirve los huevos con bechamel y tomate calientes. Puedes acompañarlos con pan tostado o patatas fritas.
