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Plaza del Ayuntamiento concurrida

El paisaje de Cantabria se extendía ante los ojos de Ana y su familia mientras se adentraban en la región montañosa. Habían decidido pasar las vacaciones en una hermosa casa rural ubicada en un pequeño pueblo llamado Valdelucio. Sin embargo, desconocían que esa casa guardaba un oscuro secreto.

La Casa Duende era una antigua construcción de piedra con siglos de historia. Su fachada mostraba un encanto rústico y misterioso que atraía a aquellos que la contemplaban. Pero lo que Ana y su familia no sabían era que la Casa Duende era conocida por sus historias de fenómenos extraños y sucesos paranormales.

Desde el momento en que pusieron un pie en la casa, Ana sintió un escalofrío recorrer su espalda. El aire parecía más denso, y las sombras se movían de manera inquietante. Pero no había vuelta atrás, y decidieron instalarse y disfrutar de su estadía.

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La primera noche en la Casa Duende resultó inquietante. Mientras la familia intentaba descansar, extraños ruidos resonaban por los pasillos. Pasos silenciosos, susurros ininteligibles y risas macabras llenaban el ambiente.

Ana, incapaz de ignorar su curiosidad, decidió investigar. Armada con una linterna, se aventuró en los oscuros pasillos de la casa. A medida que avanzaba, las sombras parecían cobrar vida, acercándose y alejándose de las paredes.

Finalmente, llegó a una habitación abandonada en la parte más antigua de la casa. Al abrir la puerta, se encontró con una figura borrosa en la esquina de la habitación. Era un duende, con ojos brillantes y una sonrisa diabólica. Ana sintió un escalofrío recorrer su cuerpo y retrocedió, cerrando rápidamente la puerta.

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Intrigada por el encuentro con el duende, Ana comenzó a investigar el pasado de la Casa Duende. Descubrió que la casa había sido construida en el siglo XVII por una familia adinerada, pero había sido abandonada en circunstancias misteriosas.

Los rumores del pueblo hablaban de prácticas ocultas y pactos con seres malignos. Se decía que la familia había buscado el poder y la inmortalidad, pero que sus ambiciones los habían llevado a la perdición.

Ana se dio cuenta de que el duende que había visto era el espíritu de uno de los miembros de la familia, condenado a vagar eternamente en la Casa Duende. Pero aún quedaba por descubrir qué había desencadenado la maldición y cómo liberar a los espíritus atrapados.

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Decidida a poner fin a la pesadilla, Ana se embarcó en la búsqueda de respuestas. Consultó a expertos en lo oculto y estudió antiguos textos sobre rituales de liberación de almas atrapadas.

Con la ayuda de un antiguo libro de hechizos, Ana descubrió el ritual adecuado para liberar a los espíritus y romper la maldición que había plagado a la Casa Duende durante siglos. Reunió los ingredientes necesarios y preparó el escenario para llevar a cabo el ritual.

La noche llegó, y la Casa Duende estaba envuelta en una densa niebla. Ana y su familia se reunieron en la habitación donde habían encontrado al duende. Con voz firme, Ana comenzó a recitar las palabras de poder y a realizar los gestos requeridos.

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Una fuerza sobrenatural se hizo presente en la habitación, y los espíritus de la familia atrapados en la casa se manifestaron. Sus rostros reflejaban el sufrimiento y la angustia acumulada a lo largo de los años.

Poco a poco, los espíritus fueron liberados de su cautiverio. Ana sintió una mezcla de tristeza y alivio mientras veía cómo las figuras desaparecían en la niebla. La maldición había sido rota y la Casa Duende volvía a ser solo una casa vieja y abandonada.

Con la maldición finalmente disipada, la Casa Duende recuperó su encanto rústico. Ana y su familia decidieron dejar atrás aquel lugar de pesadillas y regresar a su vida normal. Aunque las cicatrices de esa experiencia los acompañarían siempre, también habían aprendido que la fuerza de la determinación y el amor podían superar incluso los terrores más profundos.

La Casa Duende volvió a ser solo una historia de terror que se contaba en el pueblo, pero para Ana y su familia, sería un recuerdo imborrable de los horrores y la valentía que habían enfrentado. Y así, la casa y su leyenda quedarían en el olvido, hasta que el siguiente incauto se aventurara a desafiar sus oscuros secretos.

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Añadir locución de la historia justo aquí 

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