El implicado, «con intención de satisfacer su ánimo lúbrico«, deambuló por el lugar «mientras sacaba su pene de entre sus ropas y se masturbaba» a la vista de cualquiera que pasase cerca de él.
En, particular, fue observado por una chica de diecisiete años con la que «había coincidido esa tarde varias veces en el interior del centro comercial, continuando el acusado con dicha acción en el garaje tras percatarse de que la menor y su madre estaban viéndole».
A continuación, las dos mujeres salieron «corriendo para refugiarse en su coche ante la perturbación sufrida con dicha acción».
El escrito de calificación elevado al tribunal para que dicte sentencia califica los hechos como un delito de exhibicionismo, merecedor de una multa de 1.800 euros e inhabilitación especial para trabajo u oficio con menores de edad durante dos años.
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