La consejera de Empleo y Políticas Sociales, Eugenia Gómez de Diego, ha considerado fundamental la empatía a la hora de impulsar iniciativas empresariales con el fin de generar un impacto social, laboral y medioambiental positivo, que mejore la calidad de vida de la ciudadanía generando empleo y avanzar hacia un modelo económico más innovador, participativo, equitativo y sostenible.

“A este movimiento, el de una economía de impacto social y medioambiental positivo, le auguro éxito. Soy optimista en esto”, ha subrayado la consejera de Empleo y Políticas Sociales, quien ha argumentado que “es un imperativo moral el intentar, cada uno desde nuestras posiciones, mejorar la sociedad y hacer una aportación al bien común”.

Así lo ha declarado esta mañana durante la apertura de un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) denominado ‘El camino hacia la economía de impacto: inversión y medición’, que busca dar a conocer la economía de impacto con el propósito de que España alcance un desarrollo sostenible que integre las dimensiones social y medioambiental en decisiones económicas y empresariales.

En opinión de la consejera del Gobierno cántabro, las políticas ultraliberales que buscan el beneficio económico de las empresas como único fin han sido un “fiasco” y han fracasado, y ha considerado que “la empatía, el ponerse en los zapatos del otro, debe estar en el centro de acción” de las entidades públicas y empresariales.

“La marca, la responsabilidad social, todo eso que se denomina economía de los intangibles, debe hacer que líderes y ejecutivos de las empresas escuchen, entiendan, atiendan y respondan a las necesidades de sus consumidores, sus clientes, sus empleados, y la sociedad en general”, ha defendido en su intervención en la UIMP Gómez de Diego.

En este punto, la consejera de Empleo cree que las empresas “tienen muchísimo que aportar” y ha defendido que una determinada entidad se convierte en una mejor organización y va a tener un futuro más brillante y mejor si cuida a sus empleados, a sus clientes y a la sociedad de manera que sea lo más cuidadosa con el medio ambiente, lo más responsable socialmente, lo más justa con sus trabajadores. “Esa es la mejor manera de cuidar también a sus accionistas”, ha remarcado Gómez de Diego.

En la apertura del curso también han participado el vicerrector del Campus de Las Llamas, Francisco Matorras; el presidente de Compañía Española de Financiación del Desarrollo (COFIDES), José Luis Curbelo; el director general territorial de Mafre, Luis Gutiérrez, y el concejal de Empleo del Ayuntamiento de Santander, Daniel Portilla.

El curso, que tiene lugar entre este martes y jueves, ha sido organizado por la directora del Centro Yunus de la Universidad de Cantabria, Ana Fernández-Laviada, profesora titular de Economía Financiera y Contabilidad de la UC, y Carlos López Gutiérrez, profesor titular de Economía Financiera y Contabilidad de la UC y responsable de investigación del Centro Yunus de la UC.

En mayo de 2019, España entraba a formar parte del ‘Global Steering Group for Impact Investment (GSG)’ con el objetivo de innovar, agilizar y orquestar el cambio de la economía hacia la optimización del trinomio riesgo-retorno-impacto.

En el marco de la Economía de Impacto, la ‘Inversión de Impacto’ se reconoce como una fuente clave de recursos para complementar los esfuerzos públicos que supone cumplir con la Agenda 2030. Y es que las inversiones de impacto buscan intencionalmente un impacto social y medioambiental positivo, específico y medible, junto con un retorno financiero, como mínimo igual al del capital principal invertido.

Entre los objetivos del curso se encuentra dar a conocer la Economía de Impacto con el propósito de que España alcance un desarrollo sostenible que integre las dimensiones social y medioambiental en decisiones económicas y empresariales. También, impulsar la inversión e impacto en el marco de la Agenda 2030 de Naciones Unidas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Además de dar a conocer las diferentes metodologías y herramientas que, en la actualidad, permiten la medición del impacto social.