La abuela de Gisela cumplió 100 años en 2020. Teresa, o «Babita» como la llama cariñosamente, pensaba que llegar a los cien años sería como llegar al final de la vida. Pero la vida sigue, la abuela vive aún, y a su nieta se le ha ocurrido empezar a despedirse de ella a través de un «funeral» convertido en pieza escénica musical. Junto con su padre al piano, su tío al violín y ella como conductora, se enfrentan a la muerte desde el humor y el amor.
«Mi abuela todavía está viva pero hoy haremos como si no estuviera. Quizás no lo entenderéis pero yo necesito prepararme. No quiero improvisar qué le digo ni qué música le tocamos. No quiero que la tristeza me ciegue y permita que los demás tomen decisiones por mí. Es por eso que he decidido ensayar su funeral y convertirlo en una pieza escénica, en una alternativa, en otra manera de decir adiós y de afrontar la muerte.
No solo mi abuela es inmortal; todas lo son.»
Intérpretes: Francesc Saló (piano), Ferran Saló (violín y viola) y Gisela Saló (voz, guitarra y piano)
Acompañamiento: Jordi Fondevila
Diseño de audiovisuales: Nina Solà
Diseño de escenografía, iluminación y vestuario: Ivan García y Selene Sanchez
Técnicos: Ivan García y Raúl Gallegos
Ayudante de dirección: Mireia Lucas
Texto, dirección escénica y dramaturgia: Gisela Saló
